En el antiguo continente de Períalis, se alzaban grandes naciones a lo largo del territorio, la prosperidad abundaba a lo largo y ancho, hasta la llegada del Flagelo del Alma, donde muchas de estas naciones cayeron o se redujeron a pequeñas resistencias ante esta calamidad.
Un pequeño rastro de lo que fue la gran provincia D'Velar. Alguna vez famosa por sus fiestas en el río Velide, su tradicional cerveza y su gran ejército, debido a la plaga del Flagelo del alma han perdido gran parte de su territorio en el bosque y las planicies, ahora se reducen a la última fortaleza en el rio, y un ejercito reducido que a duras penas puede responder a los llamados de auxilio de sus provincias aledañas, donde cada vez más se reportan avistamientos de nidos de Malicias.
El Pico de Ébano fue de los primeros asentamientos que fundaron la gloriosa provincia D'Velar, una gran aldea fortificada en las colinas de Ébano famosa por su madera de inigualable calidad, y por los grandes centinelas que allí se entrenaban para la defensa del reino, eran bautizados como tiradores una vez incorporados a la armada oficial. Posterior a la plaga, sus habitantes se confinaron en la busqueda de la supervivencia, afortunadamente la práctica de la destreza con el arco nunca se perdió.
Las tierras del alma, así se le conoce a la provincia de Eidolón, las tierras más afectadas por el Flagelo del Alma, ya que en ellas se encuentra el castillo de Crystalin, una fortaleza que guarda el conocimiento ancestral sobre la manipulación del alma, y que buscan con desesperación las criaturas perdidas que ya no poseen una. Los arcanos protegen estas tierras con su vida, debido al peligro que implica que este conocimiento caiga en las manos equivocadas.
La Galera del Canto, es el asentamiento mas grande de las temibles Sombras. Ubicado en las costas de Eidolón, en el puerto mas prospero del que alguna vez Períalis fue testigo, allí se fabrican las espadas mas afiladas y de calidad que cualquier guerrero puede portar. Sus habitantes influenciados por el conocimiento de los arcanos, han sabido mantenerse en pie despues de la llegada el Flagelo del Alma, ya que incluso aquellos que no se dedican a las artes del combate, son merecedores de respeto y temor.